INTERFERENCIAS
Infausto.
Molesto.
Se
tornan los impulsos eléctricos
y
se adormecen.
Cansada,
quizá, mi mente, ()la
disculpo?),
De
atardeceres ridículos
exaltados
y neurasténicos.
Mi
esencia es esta.
La
naturaleza de mi genuina cotidianidad.
Esta
que jamás aburre.
La
química me ordena. Igual que a ti.
Obedezco.
Quizá igual que tú. O de manera diferente.
A
veces exploro las bagatelas frustradas
de
mi imaginación innata. -¿ Y tú?
Nada.
Vacía. -¿ Qué tal la tuya?
No
puedo nadar. Me duelen las emociones. -¿ Y a ti?
Pero
callas.
La
ofrenda es estéril.
Intento
rehabilitar mis manos,
instrumento
de esta comedia, a veces.
Soy
una plebeya de la vida caprichosa.
No
existe alternativa.
Mi
apariencia es engañosa. ¿ Me guardo el dolor?
¿
No lo muestro? -¿ Y tu apariencia?
También
mi absoluto silencio, a veces.
También
mi verborrea constante, a veces.
Pantomimas
interrumpidas
por
tiempos desconocidos,
van
aterrizando sobre los días, los meses, los años.
Otro
invento.
Y
yo no lo concibo sin continuidad.
-¿
y tú ?
Impresiones
de pensamientos cautivos,
liberados,
después, por hormonas
que
no comprendo.
-¿
Ya cicatrizó tu herida ?
Infausto.
Molesto. Por tranquilo.
Infausto.
Molesto. Por exaltado.
Eminencia.
Mi amo, mi cerebro,
¿
qué desea vuestra merced ahora ?
Carmen
Cano Durán ©
 |
| Eduard Hopper |
2 comentarios:
Mi silencio, mis silencios nunca han dicho nada. Posiblemente mis gestos, mi mirada?
Sólo mi voz y mis palabras hablan
y una vez te dijeron,, que te amaba.
Pero las palabras acaban como los silencios,
dicen que se las lleva el viento.
Hoy no tengo ni palabras ni silencios.
Hoy sólo guardo sentimientos.
Hola Juan, me alegra reencontrarte por esta tierra de todos y de nadie. Me han sorprendido gratamente tus palabras. Gracias por todo y siempre, Ya lo sabes. Un abrazo
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