A la memoria de mi padre Sebastián Cano Arroyo
Cuando yo me vaya, no quiero que
llores,quédate en silencio,sin decir palabras,y vive
recuerdos, reconforta el alma. Cuando yo me
duerma,respeta mi sueño, por algo me duermo; por algo me
he ido. Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada,y casi en
el aire, con peso muy fino,búscame en la casa, búscame en
mis libros,búscame en mis cartas,y entre los papeles que he
escrito apurado. Ponte mis camisas,mi jersey y usa mi
cama,mi almohada,y cuando haga frío,ponte mis bufandas.
Escucha ese tema que a mi me gustaba,usa mi perfume y
riega mis plantas. Si tapan mi cuerpo,no me tengas
lástima,corre hacia el espacio,libera tu alma,palpa la
poesía,la música,el canto y deja que el viento juegue con tu
cara. Besa bien la tierra,toma toda el agua y aprende el
idioma vivo de los pájaros. Si me extrañas mucho,disimula
el acto,búscame en los niños,el café,la radio y en el sitio ese
donde me ocultaba. No pronuncies nunca la palabra Muerte.
A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y
ser recordado. Cuando yo me duerma, no me lleves flores a
una tumba amarga, Grita con la fuerza de toda tu entraña
que el mundo está vivo y sigue su marcha. La llama
encendida no se va a pagar por el simple hecho de que no
esté más. Los hombres que "viven" no se mueren nunca, se
duermen de a ratos,de ratos pequeños, y el sueño infinito es
sólo una excusa. Cuando yo me vaya,extiende tu mano,y
estarás con migo sellada en contacto,y aunque no me veas,
y aunque no me palpes,sabrás que por siempre estaré a tu
lado. Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que
volví para No marcharme.
Carmen Cano, Laura Cano y
Juanse Cano Duran. Un beso Compañeros
escrito por Antonio Perez Sanchez
31 de diciembre 2014