ME
PERTENECE
Me
pertenece el aroma
de
tu cuerpo.
El
aroma de tu cuerpo
una
tarde del pasado.
Quizá
el primero.
Me
pertenece tu abrazo
envolviendo
este frágil cuerpo.
Volteo
la imagen.
Aparezco
respirándote,
recostada,
escuchando
la vida desde tu pecho.
Me
pertenece tu felicidad,
Me
la quedé entonces
Y
ahora aún me la quedo.
y
las yemas de tus dedos
acariciándome
un sólo instante
que
se convirtió en eterno.
Si
dependiéramos por entero
desearía
no tenerte,
para
poder tenerte de nuevo.
Más,
para esperar desde la espera.
Mírame,
-dices-
Y
yo la intensa tristeza me la reservo,
ya
no te la muestro,
la
voy transformando en deseo
para
que lo respires,
por
la mañana,
por
la tarde,
en
la madrugada,
en
cualquier instante,
o
cada vez que te veo.
Carmen Cano Durán © ®
No hay comentarios:
Publicar un comentario